En un viaje por el occidente de Asturias hay varias paradas obligatorias, una de ellas es la villa de Tapia, capital del concejo homónimo.  Este pintoresco pueblo pesquero del litoral asturiano atrae a miles de turistas cada temporada. Desde amantes del surf que vienen al disfrutar del campeonato de Semana Santa, a turistas practicando slow travel, para quienes las rutas de senderismo por el litoral, los paseos en bici mañaneros, los baños en el mar y el sentarse a degustar los manjares del Cantábrico son su religión.  Si tú también eres de esos, no te pierdas este post para saber qué ver en la Villa de Tapia y conocer un poquito de su historia.

Además, en sus alrededores tienes lugares tan interesantes como la ría del Eo y la villa de Castropol. U otras villas de gran belleza como Viávelez y Puerto de Vega. Las famosas cascadas de Oneta, en Villayón. O sitios como Los Oscos y Taramundi. ¡Y todo a pocos minutos en coche!

 

Empezaremos por la villa de Tapia y su benefactor, Fernando Fernández Casariego y Rodríguez – Trelles

 

Natural de Tapia, pasó su infancia como todos los niños de la época, ayudando en la casería y soñando con volar del nido para forjarse otro porvenir. Fernando Fernández Casariego y Rodríguez – Trelles fue un joven de recursos y muy pronto consiguió triunfar en el sector textil en la capital de España. Y este éxito empresarial se debió en gran parte a un contrato para abastecer al ejército isabelino en la Primera Guerra Carlista. A lo largo de su vida empresarial amasó una gran fortuna y, como otros tantos benefactores que llegaban de Las Américas con los bolsillos llenos, invirtió parte de sus ahorros en mejorar la vida de sus antiguos vecinos.

Fernando Fernández Casariego y Rodríguez – Trelles consiguió que Tapia fuera un concejo independiente. Para ello dotó a la villa de un instituto, un ayuntamiento y proyectó el nuevo puerto, potenciando así la economía local.

Un año antes de su muerte, en 1873, se le conceden los títulos de Marqués de Casariego y Vizconde de Tapia en agradecimiento.

En la Plaza de la Constitución encontramos la estatua de bronce que le rinde homenaje. Allí mismo, en las fachadas del Ayuntamiento y el Instituto, se pueden ver unos medallones que recuerdan el tercer puesto obtenido en la Exposición Universal de París de 1878, premio otorgado por su diseño arquitectónico.

Villa de Tapia ©viajerosconfesos

Los 4 muelles del Puerto de Tapia

 

El puerto de Tapia, por su entrada resguardada, ha sido utilizado desde la época de los romanos para amarrar las embarcaciones. En 1780, cuando Tapia dejó de ser una villa ballenera, fue necesario construir un puerto acorde a los nuevos barcos pesqueros y a los buques de mercancías que se dedicaban a la importación, también fue necesario mejorar la seguridad del mismo para combatir la piratería.

Muelle de la Isla del Faro ©viajerosconfesos

¿Sabías que el primer barco procedente de América que transportaba maíz desembarcó en Tapia en 1604? ¡Así se introdujo en Europa!

Se construyeron 4 diques de granito gallego. El más antiguo es el Muelle del Rocín donde se conserva un viejo cañón de hierro de la fortaleza de Os Cañois (actualmente se usa como noray de amarre). A dos pasos se encuentra A Cucía, lugar donde cocían los aparejos para teñirlos y favorecer el camuflaje de los mismos.

Muelle Rocín ©viajerosconfesos

En las ruinas de la fortaleza de Os Cañois se conservan 2 balizas de gas que se usaron en la segunda mitad del siglo XX y una torre ahumada que había en una de las almenas.

Os Cañois ©viajerosconfesos

Mirador Os Cañois ©viajerosconfesos

Este fuerte con fines defensivos permite observar el horizonte desde la mariña lucense al Cabu Peñes, pasando por las playas de Serantes, Mexota, Entreplayas o el Monumento Natural de la Playa de Penarronda, entre otras.

Playa de Penarronda ©Gonzalo Azumendi

A los pies de Os Cañois había una antigua cetárea que se convirtió en piscina municipal salada y sin oleaje, ideal para aquellas personas a las que no les gusta la arena de la playa.

Piscina de agua salada ©viajerosconfesos

De hecho, la Playa de Anguileiro está muy cerca. Es una playa de poco más de 400 metros de longitud con todos los servicios y bandera azul, formada por las playas de la Ribeira, los Campos, Furadas y del Murallón.

Playa de Anguileiro ©viajerosconfesos

Playa de Anguileiro ©Gonzalo Azumendi

El muelle más ancho fue el de Tierra. Allí destacan las casas blancas de los pescadores que en la actualidad albergan diversas tabernas y restaurantes. Junto a la rampa del muelle encontramos la escultura de bronce que homenajea a Hombres y Mujeres de la Mar y, siguiendo el paseo por el muelle, aparece la Virgen del Carmen (patrona de los marineros).

Tapia ©Gonzalo Azumendi

Tapia ©viajerosconfesos

 

Al final se encuentra la casa de un sobrino de Fernando Fernández Casariego y Rodríguez – Trelles, que también fue benefactor de la obra del puerto, Pérez Casariego. La construcción del nuevo puerto en el siglo XIX propició el desarrollo de la industria conservera.

Los otros dos muelles, el Muelle de Fora y el Muelle de Entreisla están unidos a la Isla del Faro, peñote donde se construyó el faro de Tapia, inaugurado en 1859 y electrificado en 1944.

Los edificios más antiguos de Tapia

 

La Ermita de San Blas es una de las más antiguas del concejo pues conserva la portada principal y el arco del presbiterio del templo original del siglo XV. En el exterior destaca la techumbre de pizarra tan típica de esta zona. A pocos pasos se encuentra la Casa del Reguero, actual Casa de Cultura, considerado el edificio más antiguo de Tapia (1613).

Capilla de San Blas ©viajerosconfesos

En el centro de la villa destaca también la Iglesia de San Esteban, construida en 1896 y bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores. La planta presenta 3 naves y mezcla elementos propios del clasicismo (pilares, columnas, arcos), y del gótico (mayor altura y búsqueda de luz).

Jornadas Gastronómicas de la Villa de Tapia que no querrás perderte

 

A finales de mayo se celebran las Jornadas Gastronómicas del Pincho y la Tapa, organizadas por la Asociación de Hostelería y Turismo de Tapia de Casariego. Ellos mismos organizan la primera bonitada del verano a principios de julio.

En agosto se celebra el Festival Intercéltico d’Occidente, declarado Fiesta de Interés Turístico del Principado desde el año 2013, y las segundas Jornadas Gastronómicas del Bonito organizadas por el Real Tapia Club de Fútbol. De nuevo este club organiza en el puente de diciembre el Festival del Mejillón y del Marisco.

Algunos consejos para visitar la villa de Tapia

 

Desde hace unos años, algunas calles del centro histórico de Tapia son exclusivas para la circulación de los residentes. Para evitar líos, te aconsejo que intentes aparcar en la zona de la Playa del Anguileiro (cuentan con área de pernocta para Ac) o cerca del polideportivo municipal.

Tapia es una de las villas más turísticas del Principado de Asturias desde Semana Santa, cuando se celebra el Campeonato Europeo de Surf y el memorial a Peter Gulley, australiano que introdujo la pasión por el surf en el concejo, hasta finales del verano. En temporada alta es imprescindible reservar alojamientos y restaurantes con bastante antelación.

Completa tu estancia con otras visitas interesantes por el occidente asturiano

 

La verdad es que Tapia es un concejo que está estratégicamente situado y ello hace que tengas muchos lugares y actividades interesantes para disfrutar en su entorno.

Entre otras posibilidades, y si eres amante del senderismo y la naturaleza, están algunas rutas. Sin duda, una de las más destacadas es el Camino de la Costa, dado que la ruta jacobea atraviesa este concejo de este a oeste.

Pero también están la Ruta del Maíz, la del Hierro y el Oro, la de los Lagos de Silva, o la Senda Costera. Así como algunas específicas para la bici.

Y por supuesto, puedes completar tu viaje por el occidente asturiano visitando los concejos de Castropol, El Franco, Navia, Coaña, Valdés y Cudillero, en la costa. Y también Los Oscos y Taramundi, hacia el interior.

Encantadores pueblos marineros

 

Sin duda algunas otras villas marineras del occidente asturiano tienen mucho encanto. Una de ellas es Castropol, auténtico promontorio escalonado que desemboca la ría del Eo, frontera natural entre Asturias y Galicia.

Castropol posee un interesante Casco Histórico, en el que destacan tanto la arquitectura civil como la religiosa. Palacios y casas blasonadas, capillas, iglesias, plazas, parques… un pasado de gloria y esplendor que saldrá a tu paso.

Castropol ©Gonzalo Azumendi

Castropol es único por sus alfombras florales, que engalanan sus antiguas calles por la festividad del Corpus, y también por sus ostras, que se cultivan en la ría del Eo y que tienen su propio festival. Asimismo, llama la atención en Castropol su ambiente de traineras entrenando y compitiendo en plena ría, o su vocación al deporte fluvial y marítimo, que hace que desde su puerto se hagan a la ría y a la mar sus clásicos barcos de vela latina. También es habitual contemplar la práctica del windsurf – cuando hay buenos vientos -, el kayak de río y de mar, el esquí náutico, la pesca y un sinfín de posibilidades, acorde el escenario natural que teje el gran estuario del Eo, donde cuenta una leyenda que, en sus profundidades, se conservan dos galeras españolas cargadas de joyas…

Otros dos puertos pesqueros de gran belleza y tradición son El Porto/Viavélez, en El Franco, y Puerto de Vega, en el concejo de Navia.

El Porto/Viavélez es un lugar recóndito donde sin duda sentirás una paz y un relax enorme, en medio de un tranquilo ambiente de puerto pesquero.

Además, es un sitio de vocación literaria, cuyo nombre ha viajado por el mundo entero gracias a que su hija predilecta, la novelista Corín Tellado – la más leída en lengua castellana después de Cervantes – nació en esta hermosa villa y allí te encontrarás su casa natal. Asimismo, esta autora da nombre a una de las calles más bonitas de la localidad, trazada desde la Cofradía de Pescadores.

Su puerto, su mirador y su historia harán que te sientas como en casa.

Pueblo Ejemplar de Asturias en 1995, Puerto de Vega es puro romanticismo en la costa occidental de Asturias, y así lo avala su historia, llena de episodios inspiracionales de artistas. Sus alrededores son de una espectacular belleza natural y arquitectónica: Las grandes quintas indianas con sus jardines, las casas-palacio, las casonas típicas asturianas y todo un universo rural, colorido y auténtico, se diseminan en el entorno de Puerto de Vega.

Numerosos símbolos y monumentos recuerdan la grandeza de su pasado y su protagonismo en episodios importantes, como la fortificación, en 1776, o el fallecimiento del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos en la Casona Trelles en 1811, tras refugiarse en la villa por una tormenta.

Así que la aproximación a esta villa resulta siempre una delicia. Los bares y restaurantes rezumen aromas cantábricos de pescados y mariscos. El ambiente es sosegado, y la flota luce humilde en las tranquilas aguas, al pie de la rula.

Cascadas espectaculares

 

Las cascadas de Oneta se encuentran en el concejo de Villayón, en un idílico rincón del occidente de Asturias. Para llegar hasta ellas tienes que partir de la aldea que les dan nombre: Oneta. En un agradable y breve paseo, descubrirás este prodigio de la naturaleza, que se encuentra a tan solo kilómetro y medio del pueblo.

Las cascadas son un conjunto de tres saltos de agua escalonados en pocos metros y que jalonan el río Acebo, un indómito curso fluvial que dibuja un paisaje de rocas, pozas y vegetación atlántica. La Firbia es la más accesible e impresionante de las tres. En las paredes del roquedo crecen los musgos y helechos y la cascada está rodeada de robles, abedules y castaños.

Por debajo de la Firbia existen dos cascadas de menor altura, pero no por ello menos bellas: son la Ulloa y la Maseirua, también rodeadas de exuberante vegetación de fresnos y alisos.

Los Oscos y Tarmundi, para conocer la Asturias occidental del interior

 

Los Oscos y Taramundi son esa Asturias occidental de interior donde te aguardan muchas sorpresas. Los Oscos fueron Pueblo Ejemplar de Asturias en 2016. Tanto Villanueva, como San Martín y Santa Eulalia te ofrecen paisajes maravillosos y hospitalidad a raudales.

En Villanueva no puedes perderte el monasterio de Santa María y el Ecomuseo del pan; en San Martín, tienes parada obligada en el Palacio de Mon, en torno al cual hay una bella ruta, y en Santa Eulalia descubrirás un mundo de ferreiros, principalmente en Mazonovo, pero también en la capital, Santalla, donde hay numerosas esculturas en homenaje a esta actividad, además del Museo-Casa Natal del Marqués de Sargadelos.

Taramundi, verdadera cuna del turismo rural en España, te recibe con los brazos abiertos para mostrarte sus paisajes, sus navajas y sus molinos. No puedes perderte el Museo de la Cuchillería en Pardiñas, o el Museo de los Molinos en Mazonovo. Y por supuesto el Conjunto Etnográfico de Os Teixois.

 

 

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Foto de cabecera: Gonzalo Azumendi

Fotos: Gonzalo Azumendi y Ángela Delgado

Texto: Ángela Delgado ©viajeros confesos