Llegan las vacaciones y es el momento de vivirlas en clave de bienestar. Unas vacaciones saludables para relajarte al máximo. Asturias es el paraíso perfecto para recuperarte, para darte momentos apacibles, y además con la facilidad de que lo tienes todo muy a mano: el mar y la montaña, la aldea y la ciudad… porque en Asturias no hay distancias.

Naturaleza, paisaje, costa, gastronomía, cultura, actividades al aire libre y gentes hospitalarias, deseando dar lo mejor de sí mismas serán piezas clave en unas vacaciones diferentes e inolvidables.

Un montón de posibilidades para disfrutar del ocio, a la par que cuidas de tu cuerpo y tu mente

 

 

Esta es nuestra lista de sugerencias para unas vacaciones de lo más atractivo en Asturias, una tierra que prima el cuidado de tu salud de la forma más natural.

 

Rutas ideales para despejar la mente

 

Asturias siempre es un paraíso para la práctica del senderismo, y en estos tiempos aún más. La cantidad y variedad de caminos y rutas que tejen el mapa del Paraíso Natural te garantiza que todos los rumbos que te marques te llevarán a lugares maravillosos.

Son decenas y decenas de rutas las que tendrás para elegir. Por eso para abrir boca, desde aquí te sugerimos tres que son especialmente atractivas:  la Ruta A Paicega, en Pesoz; la Ruta del Camín Real de la Mesa, entre Belmonte de Miranda, Teverga y Somiedo, y la Ruta de los Bufones, entre Ribadesella y Llanes.

La Ruta A Paicega es un viaje en el tiempo por el Pesoz más mágico, siempre con la estela del tiempo flotando en el ambiente, especialmente cuando llegas al que fue un poblado obrero de la mitad del siglo XX, diseñado ex professo en su momento para la construcción del embalse de Grandas de Salime.

Por su parte, la Ruta del Camín Real de la Mesa, en la que caminarás por una antigua calzada romana, te trasladará a un ambiente épico e imperial, en medio de paisajes de ensueño.

En el oriente de Asturias, la ruta de los bufones, entre Llanes y Ribadesella, te permitirá conocer los espectaculares acantilados de la zona, contemplando asimismo el paisaje de la sierra del Cuera y los Picos de Europa. Y por supuesto cuando las condiciones de la mar lo permitan, disfrutarás del espectáculo natural de los bufones, esos chorros de agua salada y pulverizada, que se cuelan entre las porosas rocas kársticas, y ofrecen una de las estampas más curiosas de todas las costas del mundo…

Pueblos donde te olvidarás de todo

 

Asturias tiene centenares de pueblos increíbles, donde el tiempo parece haberse detenido, donde el cielo se ilumina cada mañana, donde el verdor reluce y adereza el paisaje. Aldeas con identidad, con fuerza, con muchas historias para contarte y con muchas historias para vivir.

Aldeas diseminadas por una de las geografías rurales más ricas de todo el continente europeo, como es la del Paraíso Natural.

Hoy hemos elegido tres para sugerirte que viajes por tantos y tantos pueblos astures donde te olvidarás de todo y donde te reencontrarás contigo mismo y con tu entorno más querido.

Santa Eufemia, en Villanueva de Oscos, es una encantadora aldea del occidente de Asturias, donde podrás paladear el tiempo lentamente y visitar un museo único: el Ecomuseo del Pan.

Bermiego, en Quirós, es otra de esas aldeas soñadas. Sus hórreos, sus casas tradicionales, su iglesia de Santa María y su ’texu’ milenario.

Cueves, en Ribadesella, es una aldea diferente a todas las que imagines. Accederás a ella a través de una cueva natural, con río incluido. Y al llegar, sorpresa, sorpresa: un pueblo de lo más tradicional, con sus hórreos, su capilla, y sus hortensias dando colorido a un escenario de inusitada belleza …

Un paisaje impresionante con 7 Reservas de la Biosfera

 

Reserva de la Biosfera. El concepto y las imágenes nos transportan a mundos soñados. Mundos donde se escucha el canto de los pájaros o su aleteo, el rumor de los árboles, o el ‘kikiriki’ de los gallos en las aldeas. Donde el aire es puro y cristalino como las aguas de sus ríos, y donde la brisa te acaricia el alma…

Asturias es casi una Reserva de la Biosfera en su totalidad, porque atesora siete, que son casi el tercio de su superficie. Uno de los lugares más emblemáticos en este mapa de la Biosfera es el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, donde te encontrarás el bosque de Muniellos, el mayor robledal de España, al tiempo que te disfrutarás de distintos miradores para el avistamiento de osos.

Todas las Reservas asturianas, cada una con su personalidad propia y su paisaje, son una maravilla.

En realidad, recorrerlas una a una, es un viaje a la esencia de la naturaleza, algo que viene muy bien estas fechas.

Así que el Parque Nacional de los Picos de Europa, el Parque Natural de Ponga, el Parque Natural de Redes, el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, el Parque Natural de Somiedo, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y la Reserva de las Biosfera de Oscos-Eo y Terras de Burón, te esperan con sus brazos amorosos y saludables, para un viaje de ensueño…

Maravillosas playas para disfrutar de la costa y la mar

 

La costa asturiana está jalonada por más de 200 playas, que te permitirán gozar a tope de la costa y del mar Cantábrico. Unas tranquilas playas donde, a menudo, la montaña y la vegetación verde y frondosa se funden con la mar…

Grandes y pequeños arenales, recónditas calas, pedreros, playas a las que solo accedes por mar… Un sinfín de opciones para los mejores baños de sol, de agua salada, o de brisa marina.

Todo el litoral te depara descubrimiento tras descubrimiento, en un continuum paisajístico de singular belleza.

Un excelente ejemplo de la espectacularidad de las playas de Asturias es la de Anguileiro, en Tapia.

Una gastronomía que te hace la boca agua

 

La gastronomía asturiana es famosa por su sabor, por su calidad y por su calidez. Es decir, platos sabrosos, con excelentes productos de la tierra, y mimados a tope, tanto en la elaboración como en el servicio.

Una gastronomía de rechupete, que no te cansará nunca, tanto en sus versiones más clásicas como en las más innovadoras. Una gastronomía que marida a las mil maravillas con la Sidra de Asturias y el Vino de Cangas.

Platos y recetas de referencia como la fabada o el pote, postres como el arroz con leche, los frixuelos o les casadielles; pescados, mariscos, carnes, quesos, etc.

Todo un mundo de recetas y productos que hará que adores la cocina asturiana y que no quieras olvidarla jamás…

Además, tienes numerosas actividades vinculadas a la gastronomía, como por ejemplo la Ruta’l Quesu y la Sidra, en el pueblo de Asiegu, de plena actualidad porque fue Pueblo Ejemplar en el año 2019, y es una gran reserva cultural y etnográfica de Asturias.

Cultura por los cuatro costados

 

La cultura en Asturias lo invade todo, y adquiere múltiples formas: Monumentales, históricas, museísticas… Y todas muy vivas e interesantes.

Podrás disfrutar con el arte, ya sea civil o religioso. Con palacios y casonas, con capillas, iglesias o colegiatas, con museos y sus obras de arte, con la etnografía… Con todo lo que imagines.

Si hablamos de la conjunción Arte e Historia, el gran patrimonio asturiano es el Prerrománico. Aunque no es nada desdeñable el Románico.

Si hablamos de museos, los encontrarás para todos los gustos, y uno de los más originales e imaginativos, el Museo del Jurásico de Asturias – MUJA, que además tiene un emplazamiento absolutamente espectacular, con más de una veintena de réplicas de dinosaurios al aire libre, y por si fuera poco, siempre organiza talleres muy didácticos y divertidos para los más peques.

Un turismo activo más activo que nunca

 

El turismo activo y por tanto las actividades en la naturaleza son imprescindibles en una vacaciones post covid. Es el momento de reconectar con el medio natural, sin prisas, sin estridencias, con la tranquilidad como premisa.

Montes, ríos o playas son algunos escenarios elegidos para disfrutar de todo tipo de actividades de turismo activo: barranquismo, trekking, canoas, rutas a caballo, etc.

Sirva como ejemplo de todo ello, un descenso del Sella en clave saludable, sostenible y apacible…

Miradores para momentos contemplativos

 

Asturias es un paraíso de las buenas vistas. Y es que las vistas panorámicas son uno de los patrimonios paisajísticos y visuales más notables del Paraíso Natural.

Lo más habitual es que camines por esta tierra, y que el premio al final o en medio de una ruta sea un maravilloso mirador, un vértice geodésico o un risco, un cueto, una cumbre, en fin decenas de maneras, ideales para contemplar en un barrido 360º todo aquello a lo que alcanza tu mirada.

En otras ocasiones, no necesitarás caminar mucho ni hacer un gran esfuerzo. A pie de carretera o no muy lejos, tendrás la opción de quedarte prendado de la belleza asturiana. Sirva como ejemplo el mirador del Fitu, que aparece en la portada de este post.

Pueblos marineros: para respirar pura vida

 

Las villas y pueblos marineros de Asturias, que se extienden a lo largo de toda la costa, son un revulsivo de lo más motivador en estas fechas.

Aire puro, aire fresco, brisa y espumas, aromas a marisco y pescado, a guisos de siempre… Paseos junto al mar, en la playa, sobre los acantilados, y como no, buenas vistas, faros en lugares idílicos, románticas historias.

Un señero ejemplo de todo ello es Llastres, en Colunga, famoso por su belleza y ambiente.

Aunque hay otros muchos: Llanes, Ribadesella, Tazones, Lluanco/Luanco, Candás, Cudillero, Luarca, Tapia, etc.

Ciudades de Asturias: un triángulo apasionante

 

Asturias es el único ejemplo en España donde tres ciudades equidistantes ofrecen al viajero pasiones y sorpresas bien distintas y complementarias a un tiempo.

Oviedo/Uviéu sigue siendo en el siglo XXI una capital regia y monástica, y por supuesto un paseo por su casco histórico con su antigua Universidad y el espléndido Museo de Bellas Artes, el mercado del Fontán y una visita a su catedral con su Cámara Santa, te lo corrobora.

Una vez que te empapes de la historia del reino astur y del origen del Camino de Santiago, no dejes de visitar las joyas prerrománicas del Monte Naranco, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo para rematar con la subida al Monte Naranco, donde tendrás las mejores vistas panorámicas de la ciudad, del Monsacro, de la sierra del Aramo, y de toda la montaña central.

Después de tanto deambular por la Edad Media, volverás al siglo XXI y al dinamismo de una ciudad de dimensiones muy humanas, no solo por su tamaño, sino por el talante abierto y hospitalario de los astures actuales, así que un paseo por la Calle Uría, parque San Francisco, el teatro Campoamor, sede anual de la entrega de los prestigiosos Premios Princesa de Asturias y unas sidras y tapas en Gascona no te pueden faltar.

Saciado tu apetito, tendrás ganas de costa y pondrás rumbo a Gijón/Xixón, que se caracteriza por ser una ciudad de vanguardia, muy libre y cosmopolita, que no olvida su humilde esencia marinera. Así que vete directo a su barrio histórico de pescadores: Cimadevilla, y allí en el cerro de Santa Catalina disfrutarás una primera impresión panorámica de la ciudad. Después un paseo por su puerto deportivo, playa de poniente, pasando por el Palacio de Revillagigedo  con un alto en su paseo para tomar unas sidras en la plaza del ayuntamiento. Podrás continuar ruta por el arenal de San Lorenzo, hacia la zona del Molinón, la Guía y  Laboral Ciudad de la Cultura, para subir por el barrio residencial de Somió al Alto de la Providencia.

Estarás exhausto. Es hora de descansar, mirando a la luna y al mar Cantábrico.

Amanece y a seguir navegando. Esta vez rumbo a Avilés. De nuevo, vuelta a la Edad Media, y a la ciudad que soñó y en parte diseñó el Marqués de Ferrera. En Avilés descubrirás uno de los cascos históricos medievales mejor conservados de Asturias, y también una ciudad que no ha perdido su instinto comercial, portuario, marinero e industrial.

Una ciudad de arte y de artistas, una ciudad ambientada, de mercado, de tiendas, de vinos y de sidras, de buen llantar.

Y llega el momento de cruzar su famosa ría, que la convierte en la única ciudad de Asturias con un caudal fluvial tan potente que le da un aire a Amsterdam o a Venecia. Si, si definitivamente Avilés es la ciudad asturiana más fluvial, y al mismo tiempo marinera.

Si te has atrevido a cruzar la ría, contemplarás la última obra de Oscar Niemeyer en Europa. Puro vanguardia en un entorno posindustrial.

Como ves, las ciudades de Asturias conforman un triángulo de pasiones que en muy pocas horas desde los distintos puntos de la geografía asturiana, te llevará a un reino cristiano medieval, te convertirá en peregrino jacobeo, te hará escanciar sidra, o te hará vibrar con la costa en una ciudad de vanguardia, o disfrutar del gran canal que es la ría de Avilés, rodeada de siglos de historia en sus riberas…

 

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