Las aldeas de Asturias han sido desde siempre uno de los mejores lugares para vivir de manera tranquila y saludable. Con el paso del tiempo y la evolución de la Humanidad, hoy más que nunca estas aldeas son sitios especiales, diferentes, fuente de salud y bienestar, no solo por su ubicación, por su orientación cardinal, por la pureza de su atmósfera o los siglos de sabiduría popular que atesoran, entre sus mil virtudes, sino por la amplia gama de opciones que te ofrecen para ser simple y llanamente feliz.

 

Los Glayus (Valdés) ©Tania Crespo

Aquí te señalamos algunos de esos beneficios, tanto anímicos como físicos, que tendrás en el tiempo que decidas pasar en la aldea… Te darás cuenta de que todo son bondades para ti y para tu gente.

¡Las aldeas de Asturias son una fuente inagotable de bienestar personal!

Aire puro y paisajes de ensueño

 

En un encuentro a primera vista, ¿Qué sensación experimentas al llegar a una aldea en Asturias? Seguramente un flechazo total.

Sentirás que tu corazón y tus pulmones reciben un regalo de infinito de aire puro y atmósfera limpia, y que tu mirada se ve de pronto envuelta por un entorno de escenas y escenarios fantásticos.

La Foz (Caso) ©Manuel S. Calvo

En las aldeas de Asturias el paisaje se cuela por la puertas y ventanas, y se cuelga de los corredores y los hórreos y paneras. Verdor, frondosidad, montañas, valles, ríos, arroyos, árboles o bosques, te acompañan en tus periplos rurales como los mejores compañeros de viaje.

¡Llegarás a la aldea y todo un mundo de naturaleza virgen se despliega ante tu presencia!

Entrenamiento para cuerpo y mente: actividades indoor y outdoor

 

Las aldeas asturianas son un manantial infinito de recursos para disfrutar en plenitud. Y es que en una aldea de Asturias incluso el aburrimiento es ameno, porque es una manera de parar el, a menudo, vertiginoso ritmo cotidiano.

En realidad, son muchas y muy variadas las actividades, tanto en interior como en exterior, que puedes hacer. Algunos alojamientos rurales de la marca Aldeas Asturias Calidad Rural te ofrecen talleres de diferentes temáticas o planes vinculados al yoga, meditación, y otros ejercicios de relajación.

Balcón Real (Teverga) ©Balcón Real

También puedes organizar por tu cuenta salidas de senderismo, o bien contratar con guías especializados rutas interpretadas, avistamiento de fauna, etc. 

Ruta A Seimeira (Santa Eulalia de Oscos) ©Mampiris

Y desde luego, existen empresas de turismo activo en las proximidades que te facilitan planes de lo más variopinto: descensos en canoa, rutas a caballo, rutas 4×4, surf, paddle-surf, trekking, etc.

¡En definitiva, casi todo lo que imagines y te apetezca, lo podrás hacer realidad!

Gastronomía de casa, desayunos de antaño, cocina de paisaje

 

Evidentemente, la gastronomía es un pasaje fundamental de tu estancia en una aldea de Asturias. Y es que tengas o no alma de foodie, en esta tierra es imposible no dejarse seducir por el buen yantar, porque todo está riquísimo, y es muy sano y natural.

Los desayunos en los alojamientos rurales son habitualmente de película, de hecho, seguro que son una de las instantáneas más impactantes de tus vacaciones.

La Casona de Con (Cangas de Onís) ©Tania Crespo

En el desayuno de aldea no falta de nada y todo casero: pan, miel, manteca, mermelada, frutas y frutos de temporada, embutidos caseros, etc. Será un momento energizante para lo que te aguarda el resto de la jornada…

Chuletón de Novilla (Grado) ©Les Fartures

Y cuando llega la hora del almuerzo, la fiesta está servida, porque la comida de casa, con esas recetas de antaño, es uno de esos patrimonios emocionales intangibles que te aporta Asturias. Platos deliciosos con huevos de casa, tortos, picadillo, pote, fabada… y un sinfín de delicatessen rurales que te revitalizan por dentro y por fuera.

¡Descubrirás todas las excelencias de la cocina de paisaje!

Silencio reparador y sonidos naturales

 

¿Has notado alguna vez las bondades del silencio? Pues las aldeas de Asturias son de los mejores lugares del mundo para beneficiarse de esta circunstancia.

Especialmente durante las noches, el silencio alimenta el sosiego mental y es factor determinante para un sueño reparador e irrepetible, lejos de la contaminación acústica de los sitios populosos.

Casona de Llanorrozo (Cudillero) ©Casona de Llanorrozo

Durante el día, el silencio rural se combina con sonidos muy naturales, componiendo una sinfonía única, en la que ponen sus acordes los pájaros, el viento, las ramas de los árboles, los perros y los gatos, las esquilas del ganado, la voz de los pastores…

¡Escenas idílicas y reconfortantes para tu espíritu!

Convivencia a fuego lento

 

Una de las ventajas de la vida rural es que tu ritmo vital se acompasa al del entorno, y se hace más humano, menos estresante.

En la aldea tienes tiempo a todo: a dormir hasta que te cansas, a desayunar con calma, leer, conversar, pasear.

Veneros (Caso) ©Mampiris

Es una convivencia a fuego lento con tus compañeros de viaje, donde compartes confidencias, experiencias e ilusiones. Te muestras tal como eres, y los demás te corresponden con la misma naturalidad.

¡Qué guapo es que el reloj desaparezca y el tiempo se detenga en los mejores instantes!

Historias y leyendas para viajar a mundos mágicos

 

La magia inunda cada rincón de las aldeas, no solo por la pureza del aire, la fuerza del viento o la transparencia de la atmósfera.

El componente humano es clave en las aldeas de Asturias, porque es el verdadero transmisor de tradiciones, de historias de tiempos ancestrales y de las leyendas heredadas de generación en generación. Así que los lugareños serán auténticos maestros para ti.

Senda Moura (Degaña) ©Manuel S. Calvo

En una aldea de Asturias es fácil que te ronde un trasgu, o de pronto se te aparezca el busgosu, o el cuélebre, o que escuches el canto de una xana.

En las aldeas astures los mitos y las leyendas están a flor de piel, y nada les es ajeno. Hay lugares concretos protagonistas de leyendas, y hay leyendas en muchos lugares.

¡Escucha a tu alrededor, relaciónate con las gentes del lugar, y deja volar tu imaginación!

Cada estación del año, una sensación distinta

 

Asturias es muy estacional, en el sentido de que las estaciones del año están muy marcadas, y cada una es diferente a la otra.

La primavera es la gran eclosión de los árboles, flores y plantas, todo se anima, todo luce, todo brilla, la tierra se caldea preparando el verano.

Gulpiyuri (Llanes) ©Mampiris

En el verano los días son más largos, la temperatura del agua del mar invita a los baños de espuma, sol y arena, y la naturaleza luce en todo su esplendor.

La Montaña Mágica (Llanes) ©La Montaña Mágica

El otoño es el tiempo de las luces maravillosas, los colores espectaculares y las recolecciones en el bosque. Es el tiempo de las setas, del ‘vientu les castañes’, de los amagüestos y esfoyones, de acurrucarse al calor de la chimenea… y se inicia la época de la matanza, que continuará en el invierno.

Ese invierno que viste montes y cumbres de blanco. Es el momento de disfrutar de la nieve, de los deportes propios de esta estación, de las jornadas gastronómicas, de la Navidad, y en definitiva de la amistad, ya sea a cubierto o al aire libre…

¡En Asturias cada estación es una sensación distinta y en la variedad está el gusto!

Una etnografía que te resultará fascinante

 

Las aldeas de Asturias poseen un admirable patrimonio cultural y etnográfico, que salta a la vista.

La arquitectura tradicional asturiana, tanto civil como religiosa, muy conservada y restaurada en algunos casos, es muy rica.

Bermiego (Quirós) ©Mampiris

Hórreos, paneras, molinos, iglesias, palacios, ermitas, casas de labranza, boleras, etc. forman un conjunto armónico a través del cual podrás aproximarte a lo que fue la vida de antaño y sus reminiscencias en el momento actual.

Además, en algunos pueblos y aldeas hay museos etnográficos realmente interesantes, donde podrás profundizar en algunos aspectos de la vida rural tal como era hace décadas.

¡La etnografía te resultará un universo realmente cautivador!

Muy didáctico y divertido para los niños: un cuento infantil en cada rincón

 

Las aldeas de Asturias parecen pensadas para que disfruten los niños. Y es que a la libertad de movimientos que tienen allí, a diferencia de la vida en la urbe, hay que añadir todos los incentivos para su creatividad e imaginación.

Onís ©José Ramón Navarro

Todo tipo de flora y fauna a su disposición, ya sea doméstica o no. Muchísimo espacio para sus juegos y correrías, y todo sin horarios rígidos.

Heredad de la Cueste (Cangas de Onís) ©Heredad de la Cueste

Y siempre a su lado, personas amables y cariñosas que les explican todos los secretos de la vida en la aldea y hasta les cuentan cuentos aprendidos de sus antepasados…

La sabiduría de nuestros mayores

 

Y es uno de los grandes descubrimientos de la vida rural, tanto para los adultos como para los niños, son esos lugareños – ya mayores -, que se han quedado en el pueblo o han retornado a él.

Habitualmente estas personas son auténticos pozos de sabiduría popular y te enseñarán lo mucho que han aprendido de sus antepasados para la supervivencia y la vida cotidiana en el pueblo.

Escanciando sidra (Quirós) ©Manuel S. Calvo

Saben de todo: de cultivos, del clima, de costumbres, de tradiciones, de leyendas, y en definitiva de cómo enamorar a los visitantes, para que estén encantados en su pueblo.

¡Nuestros mayores son uno de los grandes valores y atractivos de la Asturias rural!

Alojado en lugares que nunca imaginaste

 

En este viaje por las muchas virtudes, bondades y bienes de las estancias en la aldea, será un pilar clave el alojamiento. Y es que los establecimientos turísticos rurales de Asturias te ofrecen lo mejor de la aldea: confort, bienestar, hospitalidad, tranquilidad y un montón de opciones para llenar tu día a día de forma amena, divertida, amigable, distendida, didáctica, activa…

La excelencia en los alojamientos rurales de Asturias está representada por la marca Aldeas Asturias Calidad Rural, pionera en reconocer la exquisitez de esta modalidad de alojamientos, que son una de las mejores maneras de disfrutar de unas vacaciones inolvidables. En esta marca, tanto el alojamiento en sí mismo, como la calidad de servicio y su entorno, convierten las estancias rurales en algo único e irrepetible.

Por eso, cuando pienses en unos días de descanso y desconexión en la naturaleza, tu mejor plan será Aldeas Asturias Calidad Rural. ¡Descárgate la guía completa con todos los establecimientos de la marca aquí!

 

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